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Liverpool se alzó con una sufrida victoria sobre el durísimo West Ham United en campo de estos últimos, continuando como líder exclusivo de la Premier League, jornada 33. Gerrard anotó los dos tantos de tiro penal.
No la tuvo fácil, ni ahí, el equipo de Liverpool, que viajó a la capital Londres para enfrentar a un West Ham United que lo esperaba en el Boleyn Ground con 35.000 personas en las graderías.
Los de Anfield tuvieron que apelar al ingenio para poder sobrevivir frente a un adversario cerrado, bizarro, y con muchos bríos que empujaba desde la mitad de la cancha.
West Ham era compacto, cerraba espacios en el fondo, solo que no tenía ideas en la ofensiva y abusaba del típico centro inglés, que era interceptados por los zagueros escarlatas.
La debilidad del equipo local estaba en el sector izquierdo del campo, que fue muy bien leída por el Liverpool, que con Luis Suárez como abanderado, trataba de romper el arco académico.
El ingenio del equipo de Anfield fue enorme, porque Liverpool tocaba de aquí para allá, triangulaba y cuando lograban fabricar el espacio, mandaban el zarpazo.
Luis Suárez a los 17’ sacó un zarpazo y la pelota terminó estrellada en el poste horizontal, siendo esta la primer jugada de verdadero peligro, luego, 3’ después, hubo otra clara para los de Anfield, cuando Sterling entró como perico por su casa sacando un remate que acabó en las manos del arquero español San Miguel.
Suárez estaba con toda la voracidad, típica de goleador, y su compañero el brasileño Philippe Coutinho la pisó en la mitad de la cancha y se la puso a Suárez, solo que había tantos jugadores en esa área que la pelota terminó rebotando.
La carta de gol del local era Andrew Carroll, que luchaba a brazo partido en el frente, y que ganó algunas pelotas por lo alto, solo que fue muy desleal cometiendo varias faltas feas, producto de planchazos, que el referí no fue capaz de punir con tarjeta amarilla.
El primer gol del juego llegó por medio del capitán Steve Gerrard de tiro penal, tras una clara mano del zaguero neozelandés Reid, cuando luchaba una pelota ante un toro como lo es Suárez.
Cuando el pescado parecía ya vendido en la primera etapa, hubo una jugada polémica; el zaguero marfileño Demel ganó en el área del Liverpool marcando el empate 1-1 a los 45’+2, solo que el linesman anuló el gol porque hubo una clara falta del atacante Carrloll sobre el belga Mignolet, pero el referí Anthony Taylo desestimó y cobró el gol.
La segunda etapa arrancó con un Liverpool enojado, fastidiado, por la actitud errónea del árbitro, mientras que los académicos seguían abusando del centro.
El segundo tiempo era anodino, como en líneas generales fue el partido.
De a poco, los de Anfield se calmaron y tomaron las riendas del juego, continuaron con la fórmula del ingenio y fueron capaces de generar en una jugada rápida, un claro penal del arquero Adrián San Miguel a los 71’ y a los 72’ el capitán Gerrard no perdonó, puso el 2-1 final.
El gol del equipo de Liverpool avivó el juego porque estaban con todo y fueron en busca del tercero, solo que la ordenada defensa local lo impidió.
West Ham se descontroló y perdió el rumbo, por eso, a los ponchazos y en vano trataron de buscar un empate que nunca llegó.
Liverpool es líder con 74 puntos y el próximo fin de semana jugará una suerte de final contra Manchester United en Anfield, de ahí, seguramente, saldrá el campeón.
@lostribuneros
