Peñarol la dejó escapar y deberá apelar a la vieja garra

Peñarol la dejó escapar por Copa Sudamericana, luego de empatar a 2 con el Deportivo Cali en el Centenario, juego de ida. Los mirasoles bien pudieron haber ganado pero la falta de puntería y un error táctico les complicó la noche (Foto: Tenfield)

Un partidazo nos regalaron el viejo Peñarol y el Deportivo Cali en el mítico estadio Centenario de Montevideo, donde más de 30.000 aficionados se dieron a la cita en una noche más que fresca, y pasaron por diversos estados de ánimo.

Los uruguayos debían ganar el juego para viajar a la ciudad de Cali con tranquilidad, pero no todo salió como el hincha esperaba, ya que las imprecisiones en el ataque y, otra vez, presa de la ansiedad, no pudieron alzarse con el triunfo.

Peñarol arrancó siendo más peligroso que su adversario «azucarero» pero no supo como terminar cada jugada que supo hacer en el frente del ataque, porque sus veloces hombres de ofensiva lograron perforar la defensa del Cali en reiteradas ocasiones, pero faltaba alguien que la empuje.

Por fin, Carlos Núñez puso en ventaja al local, tras sacar un formidable zapatazo cruzado desde el vértice del área grande y a los 48′ ponía 1-0 a Peñarol, lo que le daba justicia al trámite.

La ventaja parcial, en lugar de serenar a los dueños de casa, le hizo un efecto contrario, ya que sintieron la presión de tener que ir a jugar la revancha con un buen margen a Colombia, pese a que Cali no está muy alto, apenas son 600 metros del nivel del mar, pero buscaron el segundo gol frenéticamente, dejando serios claros en el mediocampo que fueron muy bien aprovechados por los visitantes.

Una serie de toques llevó al equipo «azucarero» a tocar frente al área peñarolense, el jugador Herrera aprovechó la distracción de la zaga, recibió un balón en solitario y puso el 1-1 a los 54′.

El gol enfureció a Peñarol, que apoyado por su bullanguera hinchada fue en pos del segundo, tanto que logró gracias a un verdadero golazo del veterano Marcelo Zalayeta, quien se zambulló en el área y de cabeza ponía el 2-1.

Fossati puso en la cancha un equipo ofensivo, pero no logró equilibrar bien a su defensa, quien terminó pasando sofoco y vio como los adversarios lograron burlarlos. Rivas puso el 2-2 a los 69′, tras sacar un zapatazo. Los cafeteros habían avisado antes, luego que reventar el palo izquierdo de Migliore.

La desesperación se adueñó de un Peñarol que no supo sacar partido de las subidas del lateral brasileño Diogo, hombre que cada vez que se acopla hace estragos, ya que estuvo abocado exclusivamente a su función defensiva. Hubo un mal balance en el medio y esto le costó caro al equipo uruguayo.

Cali hizo buen negocio, pero sigue sin subestimar a un equipo mirasol que está acostumbrado a ponerle este tipo de «condimento» a las clasificaciones porque se sienten muy cómodos jugando fuera de casa.

La revancha se jugará en el Pascual Guerrero el 23 de setiembre. Peñarol deberá ganar o empatar en tres para clasificar a octavos.

@lostribuneros

 

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