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El equipo sanjuanino se llevó los tres puntos del Nuevo Gasómetro, tras superar a San Lorenzo en un partido no apto para cardíacos. Los Cuervos fueron amos y señores del juego, pero San Martín ganó. 4 pelotas en el palo.
Por la tercera fecha del campeonato San Lorenzo y San Martín de San Juan brindaron un espectáculo difícil de olvidar. El equipo anfitrión fue una máquina generadora de situaciones, pero los sanjuaninos dieron clases de eficacia.
El Ciclón era como aquel boxeador que pega, pega y pega, dejar al rival contra las cuerdas y casi por caer noqueado, pero de repente, con un poco de sus fuerzas saca un certero golpe y acaba noqueándolos. Eso sucedió.
Si San Lorenzo hubiera concretado cada chance que tuvo, hoy estaríamos hablando de «goleada histórica», «humillación», «vapuleo», pero no, sucedió que San Martín se paró muy bien atrás y su arquero Ardente fue un fenómeno.
Bauza probó con todo. El técnico puso en la cancha a todo lo mejor de su equipo, los mandó al frente con mucho ímpetu, pero se encontraron con una muralla.
El equipo verdinegro insinuó al comienzo con corridas por parte de Bueno y Figueroa, hasta que a los 22′ el uruguayo, de cabeza, anotó el 0-1, gol que no festejó por su vínculo con un club que lo vio a jugar a él y su padre Heber.
Los palos tuvieron su partido aparte y se hicieron dignos de mención. Los atacantes de San Lorenzo estrellaron el balón en tres oportunidades, mientras que la visita uno.
San Martín, sin ser mejor que su adversario pero con el horizonte bien puesto, salió de contra y generó, además del gol, dos chances claras de gol, en el primer tiempo.
Para la segunda mitad, los cuervos, siguieron en su postura ofensiva. No le cedieron un centímetro de campo al rival, cerraron los espacios y de ahí en adelante San Martín estaba maniatado.
Bauza sacó a Mussis y puso a Cauteruccio, hombre que tuvo que padecer a un inspirado Ardente que le sacó goles cantados; Barrientos le dejó su lugar a Villalba y el «Pipi» Romagnoli fue reemplazado por Verón.
Los cambios le dieron aún mayor control del juego a un San Lorenzo que hacía méritos suficientes para empatar. La justicia llegó a los 79′ por medio del defensor Mauro Cetto, quien ganó de cabeza y puso el anhelado 1-1 que hizo vibrar a la multitud.
San Lorenzo era más y el empate era injusto. Ya estaban para revertir el resultado cuando al visita salió a toda visita de contra, Pinedo entró al área, la tocó al medio y Figueroa puso el 1-2, que directamente, enmudeció el Nuevo Gasómetro.
En el fútbol no existen las injusticias, sino equipo que marcan más goles. Los sanjuaninos supieron jugar sus cartas.
El Ciclón perdió su primer partido en lo que va del campeonato largo, mientras que San Martín se llevó su primer triunfo, tras dos empates.
@lostribuneros
