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La hinchada de Peñarol destrozó una tribuna, peleó con la policía e hizo suspender el partido final ante Nacional cuando faltaban 7′. Apenas 15.000 dólares de multa y le restaron un punto del campeonato pasado que no influye en nada su clasificación a la Copa Libertadores. Es reincidente.
Si acá en Argentina hablamos de la corrupción de un Humberto Grondona que favoreció a Boca y River ante Corinthians, por decir algo, en el país de enfrente pasan cosas «raras» también.
Los clubes más taquilleros de Uruguay, al igual que acá, tienen permiso para hacer lo que quieran sin que nada grave les suceda. Este semestre, por segunda vez, la hinchada del club más popular paró un clásico y destrozó todo lo que tuvo al frente en la gradería, y nuevamente, se la lleva de arriba.
Jugaban la final del campeonato ante el rival de todas las horas Nacional, cuando el equipo albo se les puso 3-2 y tuvo un penal a su favor. La hinchada de Peñarol, presa de la ira, paró el partido e intentó invadir el terreno de juego; la brega estuvo suspendida hasta que el veterano Álvaro Recoba ejecutó el tiro penal que finalmente fue atajado por Migliore. La hinchada, fuera de sí, prosiguió con los desmanes y el partido debió ser suspendido.
Finalmente, Nacional se quedó con el título sin necesidad de jugar el «pico» de siete minutos.
Poco tiempo atrás, un club menor llamado Rampla Juniors, que está en pie de guerra con la empresa dueña de la mayoría de los jugadores y de la televisión, fue duramente sancionado por un hecho menor, en comparación con lo sucedido con lo de Peñarol.
Ahora, el «Carbonero» sufrió la quita de un punto en la tabla general del campeonato que pasó, lo que no le influye en nada de cara a la clasificación a la Copa Libertadores 2016; pagará una multa de 15.000 dólares y jugará dos partidos sin público en una cancha menor.
Hinchas de Nacional identificados con banderas y camisetas, destrozaron comercios en el centro de la capital uruguaya durante el festejo por el título, y tampoco tendrá sanción.
De esta manera, los malos ganaron.
Si los argentinos nos creemos los más corruptos, cuidado, tenemos competidores.
Fede Angostini
@lostribuneros
